Boris Baguim, un afable perro de tres años, es la última incorporación en la plantilla de la junta de distrito de Baguim do Monte, en el municipio de Gondomar (norte de Portugal), que lo ha contratado por tiempo indefinido para dar “amor y cariño” a su personal a cambio de alojamiento, cuidado, comida y atención.
Todo comenzó cuando su dueña pidió ayuda a la junta hace unas semanas para dar a Boris en adopción, ya que el propietario de la vivienda en la que iba a vivir no permitía mascotas, explicó este jueves a EFE el secretario del gobierno local, Marco Teixeira.
Preguntaron por redes sociales si alguien quería adoptarlo mientras lo cuidaban por turnos los trabajadores de la junta, aunque no pasó mucho tiempo hasta que este animal, un perro cruzado con Shar Pei, encandiló a todos y decidieron quedárselo.
Para asegurar su estancia en el lugar, incluso si había un cambio de gobierno local, optaron por ofrecerle un contrato por tiempo indefinido, que Boris aceptó de buen grado y firmó el pasado 4 de septiembre con la huella de su pata delantera.
En el contrato, Boris Baguim se compromete a realizar “funciones de guardia, proteger los bienes de la junta, dar Amor y Cariño a todos los funcionarios y sus habitantes”.
Además de darle un hogar, la junta de distrito busca con esta decisión fomentar la adopción de las mascotas e invita a que otras entidades hagan lo mismo.
