Carlos Alfonso Barrios Rosales, cuenta su familia, tenía dos grandes metas a mediano plazo. La primera era comprar un carro para trabajar con él; y la segunda, tener una casa propia.
Desde hace un tiempo, el joven, de 24 años, laboraba como taxista, pero sabía que obteniendo su propio vehículo tendría más ganancias y así compraría su ranchito. Un amigo le comentó sobre una invasión entre Arroz Barato y Mamonal, y Carlos se entusiasmó con la compra de un lote.
Hasta esa parte la historia era bonita y esperanzadora, pero lo que ocurrió a la 1:30 de la tarde del jueves 17 de agosto lo cambió todo.
Carlos, el padre del taxista, recuerda lo ocurrido. “Mi hijo no vivía en esa invasión, él residía en El Socorro, pero estaba haciendo negocio por un lote allá y ese día se fue con un amigo a mirar cómo estaba ese lugar, ya que había llovido; además, fueron a ver que no les robaran unos materiales para construcción que tenían guardados”, dijo.
La Policía Metropolitana y habitantes de la invasión a la que bautizaron como Gustavo Petro reportaron que a esa hora se dio una violenta riña en la que Carlos Alfonso perdió la vida.
En medio del hecho, una mujer resultó herida y, según el padre de Carlos, es la pareja sentimental del presunto homicida. “Ese sujeto estaba tan loco que le dio un balazo en un brazo a su mujer y casi lesiona a sus propias hijas, todas menores de edad. También le disparó al amigo de mi hijo”, relató.
La Policía confirmó que en efecto la mujer del victimario resultó herida y la identificó como ‘Yorle’. Además, reportó su captura.
Este medio conoció que el homicida, tras disparar, huyó a pie por un matorral, pero antes de eso fue golpeado por la comunidad que estaba llena de ira por su accionar. La familia de Carlos interpuso la denuncia ante la Fiscalía y espera que el responsable de su muerte pague.
Tomado de : El Universal