Opinión

Petro: ¿Aspirante a dictador?

Por: Myriam Campo

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Últimamente Gustavo Petro resalta más por sus escándalos familiares, discusiones en redes sociales con presidentes de otros países de la región, por declaraciones alarmantes y no por su gestión y capacidad de Gobierno. Esta semana estuvo en el ojo público por su rifirrafe con el Fiscal General, Francisco Barbosa, donde uso una narrativa que atenta en contra de la división de poderes en Colombia, narrativas que son propias de dirigentes que hacen parte de esta segunda ola del Socialismo del Siglo XXI.

Petro dijo “El fiscal olvida una cosa que la Constitución le ordena, yo soy el jefe de Estado, por tanto, el jefe de él”. Desconociendo por completo sus funciones y competencias como Jefe de Estado y Jefe de Gobierno del país, en sus declaraciones estuvo cerca de decir la frase de Luis XIV “El Estado soy yo”.

La Corte Suprema de Justicia se pronunció ante este hecho manifestando la independencia y autonomía judicial, en la cual, el Fiscal General no tiene superior jerárquico. Petro se ha equivocado en la interpretación del Artículo 115 de la Constitución Política, en vez de aceptar su error y retractarse, lo que hace es generar más inquietudes y pone en riesgo la democracia
colombiana. Como está la situación hay una clara ruptura de las relaciones entre el poder ejecutivo y judicial, lo que acrecienta la crisis de gobernabilidad de Gustavo Petro.

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Como en toda democracia moderna incluyendo la colombiana, el poder público se divide en la ramas ejecutiva, legislativa y judicial, ninguna de las ramas es jefe de otras, deben trabajar de manera articulada y armonizada, para cumplir lo que contempla la Constitución del 91, en caso tal, el presidente llegase a extralimitarse en sus funciones y se considera jefe de las
demás ramas del poder público, ya hay que hablar de la figura de un dictador.

Un concepto básico como lo es la división de poderes, hoy Petro lo desconoce totalmente, concepto que no es nuevo, ya en 1.748 Montesquieu en su libro El Espíritu de las Leyes, planteaba las tres clases de poderes, manifestaba que cuando los poderes públicos están en cabeza de una sola persona no hay libertades y lo más valioso que defendemos los colombianos es nuestra libertad.

Por el momento, podemos definir al Presidente de Colombia como un autócrata. Moisés Naím en su libro La Revancha de los Poderosos describe a los autócratas como dirigentes políticos que llegan al poder mediante unas elecciones razonablemente democráticas y luego se proponen a desmantelar los contrapesos a su poder ejecutivo.

Sin embargo, el curso a dictador que está haciendo Petro va por buen camino, es que así son este tipo de dirigentes políticos que tienen a Hugo Chávez como referente, llegan al poder gracias a la democracia y ya en el puesto se encargan de destruirla y desmantelarla, en menos de un año de Gobierno la máscara se le está cayendo, abramos los ojos, nuestra democracia
está en riesgo.

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