Eran las 9:30 de la noche cuando Andrés Ordóñez salió de su casa a comprar el pan con el que desayunaría al día siguiente. El joven de 31 años, quien padecía una discapacidad psicomotora, jamás imaginó que aquella sería la última actividad de su vida.
Andrés vivía en el barrio Nuevo Chile, en la localidad de Bosa (Bogotá), lugar donde ocurrió su desgracia en la noche del sábado 11 de marzo.
De acuerdo con testigos, Andrés caminaba camino a comprar los panes cuando otro hombre lo abordó y, sin media palabras, lo acuchilló cinco veces. La víctima intentó defenderse, pero no pudo evitar ser herido de muerte y desplomarse en el pavimento. Una cámara de seguridad captó el momento del asesinato.
“Mi hermanito iba pasando por la avenida, se tropezó con un señor que no sé, quizás lo confundió con otra persona y lo que hizo fue pegarle cinco puñaladas. Lo dejó tirado y se fue caminando como si nada”, dijo entre lágrimas Wendy Ordóñez, la hermana del joven asesinado.
”Mi hermanito nació bien, pero a él le dio meningitis y por eso su salud se perjudicó. Era muy conocido entre los vecinos. Lo querían mucho. Él no se pudo defender porque no tiene fuerza en sus brazos”, dijo su hermana.
Andrés era bastante querido en su comunidad y, tras ver el despiadado ataque, algunos de sus vecinos intentaron linchar al asesino; la Policía intervino y capturó al homicida, un hombre de 42 años de quien se desconoce la identidad.
Tomado de : El Universal
Salió de centro de rehabilitación y un carro lo arrolló y lo mató
