Entregados al dolor se notaron visiblemente los cuatro hijos del sargento del Cuerpo de Bomberos de Barranquilla, Javier Enrique Solano Ruíz , fallecido tras la explosión registrada en la empresa Bravo Petroleum, ubicada en la vía 40, en horas de la madrugada de este miércoles.
En medio de lágrimas y aún sin conocer claramente qué fue lo que pudo originar la conflagración , sus hijos confirmaron que Solano murió tras sufrir un paro cardiorrespiratorio en la clínica La Misericordia, hasta donde fue trasladado el cuerpo de Solano Ruíz minutos antes de fallecer, debido a la fuerte inhalación de humo mientras se encontraba desmayado por el impacto que le generó el choque de una estructura metálica en su cabeza.
Una de sus hijas, Karolay Solano, de 22 años, contó que a sus 18 años decidió seguirle los pasos a su padre e ingresó al Cuerpo de Bomberos del municipio de Malambo, Atlántico, ya que Solano “le inculcó ese amor” por el servicio a los otros.
“Yo no tenía mucho trato con él hasta hace algunos años, pero desde que entré al Cuerpo de Bomberos de Malambo mejoró nuestra relación. Él me motivó a entrar hace 4 años, pues me inculcó ese amor por servirle a los demás”, dijo entre lágrimas.
“Mi padre fue un héroe, siempre pensó en los demás y por eso murió en su ley; hasta el último día de su vida pensando en cómo ayudar a quien enfrentara una emergencia como esta”, dijo Karolay Solano.