Un hecho que sacudió al país se registró el pasado domingo 4 de diciembre en horas de la madrugada en carreteras del departamento de Risaralda, luego de que un gran alud de tierra sepultara un bus en el que viajaban más de 30 personas y que tenía como lugar de destino la ciudad de Quibdó (Chocó).
Ante esto, han sido varias las víctimas fatales de este siniestro, entre las que se encuentran varias historias que realmente han consternado a Colombia, entre las que se encuentran los cuatro miembros de una misma familia entre los que se encontraban los pequeños Darlin, Emily, Juan David y su progenitor Andrés Potes.
Pero, sin duda alguna, el caso que más conmoción ha generado fue el de la pequeña Saray Mosquera, quien pese a tener heridas en su cuerpo, se aferró al cadáver de su madre, con la esperanza de que, al igual que ella, estuviera con vida para salir de esa pesadilla llamada realidad.
Pero la pequeña de nueve años no fue la única que se aferró a su mamá, su hermanito, Tiago Ferley Mosquera, de tan solo año y medio de nacido, también se aferró a la pierna de su mamá esperando que los organismos de socorro pudieran sacarlos bien.
Pero ante la angustia solo fue la pequeña Saray la que logró salir perdiendo el rastro del otro menor, donde su padre aclamaba a las personas que trabajaban sin descanso para poder recuperar a su bebé, ojalá con vida.
Desafortunadamente, tras excavar y seguir haciendo descubrimientos, pudieron notar que Tiago fue hallado sin vida, algo que sigue enlutando a la familia Mosquera.
Los cuerpos de las víctimas que dejó este fatal accidente fueron trasladados a la ciudad de Pereira donde les harán el respectivo proceso de identificación y posteriormente serán entregados a sus familiares.
Tomado de : Rcn Radio
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