Concejo de Itagüí pagó almuerzos a 687.000 pesos para celebrar el día de la secretaria
El municipio de Itagüí, en el área metropolitana de Medellín, podría tener el récord por los almuerzos más caros del país, donde uno solo cuesta 687.556 pesos. Así quedó evidenciado el pasado 26 de abril, cuando la mesa directiva del Concejo de la ciudad decidió celebrar con un almuerzo el día de las secretarías.
Al evento acudieron la presidenta del concejo, Sulma del Socorro Ocampo Montoya; los vicepresidentes de la corporación, Bernardo Duarte y Elkin Zuleta; el entonces secretario general del concejo, Mauricio Sánchez, y cinco secretarias de despacho.
La celebración se llevó a cabo en el restaurante “Pablo Parrilla” y salió por un total de 6′188.000 pesos que fueron asumidos por la empresa Jeratoz S.A.S., la cual tiene dos contratos de prestación de servicios con el concejo de Itagüí para acompañar la logística del concejo municipal.
La escandalosa cuenta fue descubierta por el concejal Walter Betancur Montoya, quien tiene bajo su lupa a la mesa directiva del concejo desde hace varios meses. Le puede interesar: https://chicanoticias.com/2022/11/09/daniel-quintero-le-pide-a-los-habitantes-de-medellin-banarse-mas-tarde/
Betancur se dio a la tarea de ir hasta el restaurante “Pablo Parrilla” y allí, con carta en mano, hizo el ejercicio de pedir el plato más caro, con postre, copa de sangría, limonada y un recuerdo. La sorpresa fue máxima: el plato le salió a 141.000 pesos, que si se multiplica por nueve sería en total 1′269.000 de pesos, mucho menos de lo que se pagó.
Según el concejal investigador Walter Betancur, detrás de la contratación con Jeratoz hay toda una cadena de irregularidades pues según registros de cámara de comercio la firma no tenía la experiencia requerida para cumplir con el objeto del contrato y, lo más grave, estaba inactiva hasta días antes de firmar con el concejo de Itagüí.
También Betancur encontró que las direcciones de domicilio y notificación que registró Jeratoz en Cámara de Comercio corresponden a una bodega abandonada y a un apartamento dentro de un conjunto residencial.
