Opinión

Rodolfo Hernández: Paquete Chileno

Por: Víctor Daniel Hernández

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Hace unos días escuché una frase que marcó mi pensar político, lástima que arribó a destiempo, se la oí al maestro Gilberto Tobón y la parafraseo así: el político que diga que va a acabar con la corrupción es un mentiroso, pero el que diga que la va a reducir a sus justas proporciones y la va a perseguir, atacar, a ese le creo más y tiene mi voto.

Han pasado más de cinco meses de la contienda electoral presidencial y ¿Qué ha ocurrido con el mal llamado Trump colombiano? ¿Dónde quedaron sus pilares del no robar, no mentir, no traicionar?, a fin de cuentas, salió siendo un hombre admirable en los negocios, pero poco en la política, ya que le faltaron las tres C que son determinantes para ser jefe de estado: corazón, coherencia y consecuencia.

Quedó más que confirmado que en la política uno más uno no es dos, Rodolfo se confió, pensó que con los votos de Fico y los votos anti-Petristas le alcanzarían para llegar a la casa de Nariño sin contratiempos, su carácter pusilánime en la recta final lo devoró sin compasión, no le funcionó su “as bajo la manga”, su amado imperativo categórico kantiano lo defraudó. Aquellos que no lo saben y sin sonar conspirativo, Hernández es fiel seguidor de esa corriente filosófica muy afín a su mentalidad y estrategia que pretendía ser autónomo y autosuficiente, capaz de regir el comportamiento humano en todas sus manifestaciones. Sin rodeos y en mí sentir, se dedicó a manipular con psicología oscura y logró adentrarse aun más en las personas más necesitadas y de bajos recursos, entró en su mente como la droga que llega en medio de la depresión, logró crear una dependencia a sus ideas sin importar los medios, solo el fin. Su discurso de Bumangués bonachón y bastante culebrero como dicen en la jerga política, llegó a su fin.

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Después de su contundente derrota, dejé de seguir sus mandamientos y entendí, comprendí que estaba cayendo en su caballo de Troya, que enamoraba y/o cautivaba a través sus prometedoras palabras; Hernández indirectamente le tendió la alfombra roja a la izquierda colombiana liderada por Petro.

Colombia ya esta en manos de la izquierda que va con tropiezos pero imparable, Gustavo se la esta jugando el todo por el todo, todos en el país estamos a la expectativa del gobierno del líder de izquierda más importante e influyente en América latina, no se que pasará con nuestra nación pero como dice su más grande rival: me rehúso a pensar que Colombia es una causa perdida.

Me preocupa que la polarización que tanto nos ha afectado y afligido desde tiempos inmemorables esta tomando fuerzas y eso no permite el progreso ni desarrollo de una población. Es momento que como Colombianos dejemos de estar cegados por ideologías y empecemos a mirar todos a un mismo horizonte, es hora de recuperar la seguridad, invertir en educación, tecnología, cultura, medio ambiente, apostarle mucho más al campo y darle ese empujón al campesinado que son de mi admiración total, unos berracos que sin importar dólar o decisiones políticas se levantan día a día para traernos alimentos a la ciudad.

Por último les quiero regalar esta frase para que la interioricen, es del gran John F. Kennedy: “ No te preguntes qué puede hacer tú país por ti, pregúntate que puedes hacer tú por tu país”

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