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‘Reinas de la escopolamina’ siguen huyendo, pero abandonaron pistolas hurtadas

Cindy Meza y Sandra Cuello, las denominadas “reinas de la escopolamina” siguen huyendo, pero abandonaron las pistolas hurtadas en un motel a dos agentes de la Sijín de la Policía.

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Las dejaron en un puesto de jugos entre Chinú y Sampués diciéndole al vendedor que les guardara un paquete y al ver que no regresaron por el paquete el vendedor vio lo que había en el paquete y llamó a la Policía.

Los hechos:

En máxima alerta están las autoridades en Córdoba, especialmente en su capital, luego de que dos ‘chicas malas’, de esas que frecuentan bares y discotecas cazando a sus víctimas, se fueron de motel con dos investigadores de la Sijín de la Policía Metropolitana y les robaron sus pistolas de dotación y más de 10 millones de pesos representados en joyas, celulares y demás objetos de valor.

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Toda esta pesadilla empezó para los policías residentes en el barrio Vallejo, cuando estaban departiendo en uno de los bares que hay a la entrada de ese sector del occidente de Montería.

Lo que sería una noche de pasión y lujuria se convirtió en un dolor de cabeza para los miembros de la Sijín, ya que terminaron, al parecer, con escopolamina en sus cerebros, y robados. Estuvieron con las dos mujeres en un motel en las afueras de Montería, ahí amanecieron desnudos y les robaron hasta los zapatos.

Las ‘damas de compañía’ lograron hurtar: una pistola CZ BT-035 con un proveedor con 15 cartuchos; otra pistola CZ CD-252 con dos proveedores con 30 cartuchos, un par de esposas metálicas, dos teléfonos celulares de alta gama, prendas de oro avaluadas en 10 millones de pesos, un millón 100 mil pesos en efectivo y las llaves del vehículo particular de propiedad de uno de los patrulleros. Como quien dice ‘coronaron’.

Los policías, al despertar en el motel ya con el sol afuera (pasadas las 8:00 a.m del sábado 25 de junio), se percataron del robo y como tenían que reportarse en sus trabajos y se encontraban mal con dolor de cabeza y mareo, dieron a conocer lo sucedido a sus compañeros para que iniciaran un ‘plan candado’ y tratar de atrapar a las dos mujeres que se habían llevado el botín y sus pistolas cargadas.

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Ellos aseguraron a sus superiores que departían en un bar cerca a la estación de gasolina de la entrada de la Urbanización Vallejo cuando conocieron a las chicas con las que terminaron involucrados.

De ese lugar salieron los cuatro en el carro de propiedad del policía Álvaro Javier Martínez Polo, quien había ido a buscar el vehículo a su casa porque vivía cerca de donde estaba tomando con su compañero, el también patrullero de la Sijín de la Policía Metropolitana, Yair Andrés Salgado Santis. Posteriormente se dirigieron al motel Trivoli, ubicado en las afueras de Montería, y fue ahí donde las mujeres les robaron y los dejaron dormidos. Cuando los valoraron los médicos en una urgencia los policías dijeron no recordar mayores detalles.

Este medio conoció que ayer a ambos los llevaron a la Fiscalía y a Medicina Legal para determinar el tipo de sustancia que les habrían echado las mujeres.

Por estos hechos se abrió investigación disciplinaria y también de tipo penal por haber estado tomando licor en sitio público portando las pistolas de dotación. Ante la gravedad del caso este fue informado al mayor general Fernando Murillo Orregon, director de la Dijín e Interpol Policía Nacional.

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Este medio también conoció, de manera exclusiva, que a las dos mujeres las habían visto horas más tarde en Sampués, Sucre, en una venta de jugos de patilla, ya que ellas habían quedado grabadas en las cámaras de seguridad tanto del motel como del negocio donde contactaron a sus víctimas. En aquel negocio de venta de jugos habrían dejado algo envuelto en ropa que podrían ser las pistolas hurtadas, elementos que ya fueron recuperados por las autoridades.

Reconocidas

Las mujeres fueron identificadas como Cindy Marcela Meza Pérez, de 29 años y Sandra Marcela Cuello Colón de 34 años, y son unas reconocidas delincuentes conocidas en el mundo del hampa, como ‘Las Reinas de la Escopolamina’.

Ambas fueron capturadas el año pasado en Bogotá luego de que un juez en Montería les librara una orden de captura por un robo millonario ocurrido en el barrio Monteverde, al norte de Montería. Pero recobraon su libertad y regresaron a la capital cordobesa con sus mismas mañas.

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