Miah Cerrillo fue una de las sobrevivientes de la masacre en la escuela de Texas, perpetrada por Salvador Ramos, quien asesinó a 19 niños y 2 maestras.
La niña de 11 años se salvó porque untó en su cuerpo sangre de un compañerito.
Cerrillo relató en una entrevista con CNN que estaba junto a sus compañeros viendo la película ‘Lilo y Stitch’.
En ese momento llegó el atacante y dijo “buenas noches”, y empezó a disparar.
Miah escuchaba los gritos de sus compañeros. Vio como los asesinaban y ese trauma lo tiene presente todas sus noches.
El tirador se iba moviendo por los salones de la escuela y gritaba “vas a morir”.
En cuestión de segundos, Miah y un compañero llamaron al 911, en medio del temor que Salvador Ramos regresara.
Cuando el tirador volvió, Miah había cogido sangre de uno de sus compañeros asesinados, se la untó y se hizo pasar por muerta.
La menor está traumada y tiene constantes ataques de pánico en las noches.