El caso de la estudiante de Enfermería en la Universidad del Sinú, Luisa Romero Hoyos, amenaza con quedarse en la impunidad, a pesar de que recibió 6 tiros, de siete que le propinaron.
Como se recordará, la joven de 21 años falleció en Necoclí, en hechos que aún no están claros, y donde además murió Flavio Baquero, linchado por la comunidad.
Según el informe que levantó la Policía de Necoclí y que maneja la Fiscalía, el cuerpo de la joven estudiante tenía dos orificios en el dorso, dos orificios en la espalda, una quemadura de bala en el brazo, un orificio en una de sus manos y un orificio en la cara.
Otro hecho importante, es que el único sobreviviente de este caso, Luis Carlos Portillo, dijo en su primera declaración, registrada en el informe de la Fiscalía, “que era amigo de las víctimas”, aun cuando y según las investigaciones que se adelantan, cuando salió del carro pidiendo ayuda, gritaba que “un venezolano, a quien le había dado el chance, lo estaba atracando y le había disparado a la mujer”, razón por la cual fue linchado por la comunidad, que creyó que era un extranjero delincuente.
A pesar de todas las heridas que tenía el cuerpo de Luisa Fernanda, según el informe que maneja Fiscalía, Luis Carlos no tenía ninguna herida visible.
