Tras una foto donde se aprecia a unos jóvenes de Tuchín graduarse de bachilleres con un sombrero vueltiao en lugar de la popular toga y birrete, se aclaró que esta es una tradición que tiene ya 23 años.
Se trata de un arraigo ancestral y una lucha por la preservación de la tradición del pueblo Zenú.
La costumbre de graduar a los jóvenes con esta prenda autóctona se inició con el proceso de formación en liderazgo socio-ambiental de la Corporación Acción para el Progreso Sostenible- Fundación Oleoductos de Colombia.
La Institución Educativa Técnica Álvaro Ulcué Chocué, bajo la autonomía emanada por la Ley General de Educación, estableció el uso del sombrero vueltiao en los hombres y sombreretas o pavas en las mujeres como accesorio obligatorio en la ceremonia de graduación.
Esta iniciativa fue replicada desde entonces por las instituciones y centros educativos como la Técnica Agropecuaria Cerro Vidales, Barbacoas- Sede Molina, San Juan-Sede Petaca y el Carmen, Cruz Chiquita- sede Belén-Andes-Guayacanes Norte, Santander- Sede Sitio Nuevo- Centro AlegreLoverán-Sábana Nueva, Nueva Estrella, Las Cruces, Nueva Esperanza, Flecha, El Porvenir y Los Vidales.
De este modo, en Tuchín es común que los graduandos de preescolar, quinto de primaria y grado once porten sombreros vueltiaos.
Cabe destacar que esta iniciativa también se ha implementado en los programas de atención a la primera infancia (Hogares comunitarios ICBF, UCA- Unidades Comunitarias de Atención a la primera infancia).
Durante el acto protocolario de graduación, los estudiantes solo se ponen el sombrero vueltiao en el pecho cuando se agradece a Dios a través de la oración y cuando se entonan los himnos.
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