A Juan Chuchita lo sorprendió la muerte cuando venía amaneciendo
Por. Rodrigo Acevedo Marsiglia
El canto de las aves sobre los nubarrones grises del amanecer de San Jacinto en Bolívar, anuncio la triste partida del músico y compositor Juan Alberto Fernández Polo, conocido en el mundo artístico como “Juan Chuchita”.
Su descenso se produjo por causas naturales, el legendario vocalista falleció próximo a cumplir sus 91 años de edad.
Su partida hace resonar las gaitas y los tambores con ecos apacibles de música encantadora que se mantiene viva en el tiempo y que representa una marca identitaria y cultural del caribe colombiano.
Integrante de los gaiteros de San Jacinto, jocoso, bailador y de boca desdentada, “Juan Chuchita”, se convierte en un icono del folclor caribe.
Su derroche de alegría y el toque de su tambor le permitieron traspasar fronteras llevando su alegría a países como México, Argentina, Argelia y Paris, entre otros países.
Su trayectoria y ese innato de hacer música asociada con los sonidos de la naturaleza y la cotidianidad regional, le permitió recibir el Grammy en el 2007 con el disco fuego de sangre, interpretado por en compañía de los Gaiteros de San Jacinto.
Sus composiciones se destacan Campo Alegre y La Pava. El sanjacitero que sin saber leer ni escribir gozaba de una gran capacidad para contar historias por medio de canciones interpretadas con una voz inconfundible que contagiaba de alegría a todos sus oyentes.
También era admirable por el múltiple talento para tocar instrumentos, el llamador y el tambor eran sus preferencias.
Un profundo dolor embarga a los amantes de la música y admiradores de “Juan Chuchita”, a quien ya sorprendió la muerte, cuando venía amaneciendo. Nos queda en la memoria su pintoresca sonrisa, el eco de su música y las miles historias que nos contó cantando.
