Sin categoría

Memorias del Caño Bugre cuando ‘caminaba’ las calles cereteanas

Hace más de 40 años, Cereté se convertía, guardando las proporciones, en una Venecia (Italia) debido a que las calles de la localidad eran ocupadas por las aguas turbias del antes temeroso Caño Bugre, que también se adentraba en las viviendas cereteanas, sin toca la puerta.

Publicidad

Hoy en día, cuando arriba la época del fuerte invierno, ya no se viven esos instantes en los que los pobladores ceretanos andaban casi con el agua al cuello.

El extinto imponente Caño Bugre hace cuatro décadas que ya no ‘visita’ lo que antes fueran sus ‘extremidades’ y de paso ha dejado de ‘molestar’ a la comunidad que ahora clama que vuelva, pero sin que se meta a sus casas.

Clovis Berdella, reconocido historiador de esta localidad del medio Sinú, rememora con imágenes y anécdotas esas épocas en las que las agua del caño se desbordaba sin control y se apoderaba de la tierra cereteana.

Publicidad

“La creciente de aquel CAÑO BUGRE que ya no volverá a derramar. Hoy son 44 años de su fuerte creciente que inunda la plaza de Santa Teresa, en el barrio San José y nuestro hospital regional San Diego en ese entonces. Su fuerte creciente abre su boca por la finca Flor de María de don Miguel García Sánchez, hoy barrio Villa Celina. Sus aguas casi alcanzan el segundo piso del hospital regional San Diego. Sus dos panorámica muestra la entrada a urgencias del hospital, y la calle que conduce al hospital por la variante, hoy el negocio de la finada Deyanira Quidbe”, manifiesta Berdella en un breve relato.

Lo cierto es que ahora muchos cereteanos anhelan que su amado caño surja y a su vez le otorgue la belleza natural que antes reflejaba para propios y extraños.

¿Le resultó útil este artículo?
Lee también:
Publicidad