Tras varias horas de una concentración pacífica en el peaje de Niquía en Bello, Norte de Aburrá, hubo enfrentamientos entre un grupo de manifestantes y la fuerza pública.
Los manifestantes bloquearon el paso de los vehículos de carga y particulares, dañaron de nuevo las casetas de cobro y quemaron las oficinas de la concesión.
La secretaria de Seguridad y Convivencia de Bello, Daniela Ortega, aseguró que la administración brindó las garantías para una protesta pacífica.
“Volvieron a vandalizar el peaje, pese a que nosotros, como institucionalidad, cumplimos con todos los protocolos y compromisos. Incendiaron las oficinas del peaje. Se abrieron los corredores humanitarios. La Personería y Derechos Humanos estuvieron en el sitio. Cuando empezaron los hechos vandálicos, la Defensoría del pueblo se retiró de sitio”, señaló la funcionaria.