Sin categoría

Un solo país

Por: Marcos Daniel Pineda García

Publicidad

Es inevitable sentir miedo y tristeza al ver diariamente las imágenes del paro nacional: el pueblo enfrentado al pueblo, el pueblo llorando, el pueblo sufriendo, el pueblo muriendo.

Y cuando me refiero al pueblo colombiano, pienso en jóvenes estudiantes, docentes, sindicalistas, empresarios, campesinos, policías, soldados, políticos… cuando me refiero al pueblo, pienso en todos los estratos sociales, sin distingo de condiciones o ideologías. No hay diferencia alguna entre llorar la muerte de un civil o la de un uniformado, porque cada vida cuenta y cada vida perdida duele. ¡Nos estamos matando!

Vivimos en un país en vía de desarrollo, en el que para llegar al Estado ideal, aún falta un camino muy largo por recorrer. En Colombia no se distribuye riqueza, se administra pobreza, por lo tanto no podemos pretender o exigir que se dé un cambio a profundidad en un abrir y cerrar de ojos. Lo que sí podemos hacer es entender las necesidades de cada región, priorizarlas y trabajar en sus soluciones con metas reales a corto y largo plazo.

Publicidad

Se requiere inversión en temas que generen bienestar social y no réditos políticos. Tenemos que lograr una verdadera transformación de la calidad de vida de los ciudadanos, algo que tomará tiempo y esfuerzo.

Lograr el consenso no es fácil, pero el primer paso para avanzar hacia él es el respeto mutuo, el reconocimiento de las diferencias y especialmente el respeto a la vida y a los derechos humanos. Sin respeto estaremos eternamente condenados a la confrontación, en un país en conflicto que solo podrá avanzar directo al fracaso.

Para nadie es un secreto que la crisis exacerbada por la pandemia de Covid-19 en la que estamos inmersos hace ya casi año y medio, se encuentra en su punto más álgido. Aunque a muchos eso de reinventarse les ha resultado muy bien, son también muchos los que por el contrario, lo han perdido todo o están a punto de hacerlo.

Ya no es cuestión de izquierda o de derecha, es de sentido común, solucionamos los problemas del país o seguimos en crisis indefinidamente. Tenemos que sentarnos en una sola mesa, aunque pensemos diferente, mirarnos a los ojos y hacer esfuerzos que nos permitan llegar a un punto de equilibrio, en el que dejando de lado nuestras mezquindades, seamos capaces de trabajar por un único propósito: sacar a Colombia adelante.

Publicidad

Sin importar nuestra manera de pensar, ideología, posición o condición económica, al final de cada día seguiremos siendo colombianos, y así como todos nos ponemos la misma camiseta cuando juega la selección y cantamos los goles a una sola voz, pongámonos la misma camiseta para sacar el país adelante. El triunfo de Colombia es el triunfo de todos.

¿Le resultó útil este artículo?
Lee también:
Publicidad