Cereté esta de Luto
Pocas veces uno en la vida tiene la posibilidad que varias generaciones le
reconozcan y a Ovidia Espinoza Chica, ese reconociendo parece haber estado
presente siempre; pero una pandemia pareció no reconocer nada y continuar su
racha de muerte, sufrimiento y dolor. Hoy esta pandemia se ha llevado la vida de
una de las mujeres que la historia, las generaciones pasadas y milenio la
reconocerán como una gran pedagoga. Ovi, como cariñosamente le decíamos,
no solamente la reconocen las generaciones, sino que su recuerdo estará en
cada brisa fresca que surque las sabanas cordobesas, en cada atardecer que le
da la bienvenida a las noches Cereteanas, su recuerdo estará en cada mesa de
fresco a orilla del rio, en cada amanecer adornado por los cantos de los pájaros,
un gallo para despedir el día desde sus palos de guayaba y mango, en cada
porro, en cada libro, y en las tardes soleadas, en cada poesía, en las artes, en
la entrega apasionada del conocimiento y llena de amor para las nuevas
generaciones.
Ovi, nació en una casa de esquina en el barrio venus a orilla del Bugre, ese
mismo Bugre al que Raúl le canta en sus poemas, “Al pueblo lo divide un rio que
refresca la resolana y la memoria, / y que es manso como los cereteanos
buenos/. A ese rio también Ovi le canto en sus poemas “. Yo vi reír el rio.
La profe, amó la literatura, el arte, la poesía, la familia, amó a Dios y a esos miles
de hombres y mujeres que formo para la vida. Hoy todos lloramos su partida tal
vez prematura y sin podernos dar tiempo de volver a conversar, esta pandemia
seguirá cobrado la vida de miles y miles de hombres y mujeres que como Ovi
aun tenían mucho amor que dar y muchas más historias que contar, que este
feliz y en paz en su viaje a la eternidad, seguro que allá también seguirá hablando
íntimamente con Dios.
Por: Miguel Chica (Duke)
