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A sus 101 años publicó hoja de vida para obtener empleo y poder comprarse sus botellas de vino

No sabe leer ni escribir, pero quería valerse por sí misma en sus gusticos y le fue más que bien. Conozca la historia de María Cardoso.

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Llegar a los 100 años es, de por sí, ya una hazaña. Lo es más valerse por sí solo, algo que no pueden hacer muchos abuelos, bien sea por temas económicos o de salud.

Maria Cardoso, una mujer de Brasil , ya pasó el centenario y se le ocurrió que no quería depender de nadie para cumplir sus caprichos, especialmente tomarse un buen vino.

Su plan para ser de nuevo una persona productiva fue hacer una hoja de vida. Bueno, en realidad pidió ayuda a su familia, pues no sabe ni leer ni escribir porque fue trabajadora desde los 9 años y no logró terminar sus estudios.

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La mayor parte de sus allegados trabaja en una distribuidora de carne, así que quiso probar suerte en esa empresa e hizo llegar, por medio de su bisnieta, el documento con sus logros.

La historia conmovió de inmediato a la jefe de recursos humanos, quien optó por compartir la curiosa solicitud a través de las redes sociales . “Una lección de valentía, fuerza e independencia para todas nosotras”, consideró la directiva.

Desafortunadamente en la empresa de cárnicos no había una vacante para doña María Cardoso, lo cual no quiere decir que no le haya ido bien.

Como su meta era tener sus propios recursos para comprar vino, una empresa de licores la contactó para premiar su osadía: se comprometió a dotarla, mes a mes, con una botella de su mejor trago, hecho de uva, por supuesto.

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Otras empresas vinícolas contactaron a su familia y pidieron los datos para enviarle más presentes de este tipo.

Lo mejor de todo es que la historia no para ahí. Otra compañía quiso respetar las ganas de trabajar de esta mujer y le ofreció una oferta difícil de rechazar: ser la influenciadora de su marca de vino y, como se acerca el Día Internacional de la Mujer, ya preparan material para las redes sociales.

“Estoy feliz porque me están dando valor. Me dan ganas de llorar”, dijo doña María a su familia, según el periódico Clarín. Espera convertirse en una celebridad, pero si no lo logra, seguirá feliz combinando sus ganas de laborar y su pasión por una buena copa de vino.

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