Asi las cosas, La organización reveló que la isla atraviesa una difícil situación en materia de salud que pone en peligro a sus habitantes, ya afectados por el huracán Iota.
Después del paso del huracán Iota y que arrasara con la isla y afectara un gran porcentaje de las casas y edificios, los habitantes de Providencia que, al igual que todos los colombianos vieron afectada su economía por cuenta de la pandemia de covid-19, ven crecer otra emergencia que supone un riesgo para su salud.
De esta manera, La Organización Médicos sin Fronteras (MSF) reveló, luego de evidenciar los hechos con un equipo que viajó hasta la isla, el momento que viven los sobrevivientes del huracán. Esto sumado a las peticiones que ya había hecho la Defensoría del Pueblo en el marco de la emergencia en San Andrés y Providencia.
“La situación en este momento en Providencia es una emergencia con múltiples amenazas para la salud de la población: es un escenario donde hablamos de una isla que ha tenido históricamente un sistema de salud frágil, que se ha visto más amenazado por un desastre de origen natural, por las posteriores condiciones de hacinamiento de los sobrevivientes, en carpas y espacios inadecuados de alojamiento, con condiciones precarias de agua y saneamiento en los albergues”, dijo Alejandrina Camargo, médica líder de equipo de MSF en la zona.
También detalló que al ser un lugar donde el dengue es endémico, ahora hay mayor proliferación de los vectores por cuenta del clima, situación que empeora la pandemia de covid-19, que ha desembocado un aumento repentino de casos de contagio posterior a la emergencia.
Inclusive también advierte que por el desplazamiento de las personas puede haber riesgo de un incremento violencia intrafamiliar y sexual.
Camargo expresó que en la que sería la segunda fase de la emergencia, adicional al estrés producido por la misma y el inicio de los procesos de duelo en caso de familiares fallecidos, la pérdida de negocios, bienes materiales e incluso fallecimiento de mascotas, la situación se agrava porque no tienen posibilidades de acceder a salud inmediata por distintas razones, entre ellas, la dificultad de moverse de sus sitios por alguna discapacidad, falta de dinero para transporte y temor por contagiarse de covid-19.
“En este caso la atención en salud mental es fundamental, pues hemos visto muchas personas afectadas, con mucho temor, que no pueden conciliar el sueño, pierden el apetito, prefieren permanecer aislados por temor a salir y para evitar darse cuenta de cómo quedo la isla. Ese ha sido el foco principal de nuestras actividades, pero también hemos donado medicamentos e insumos médicos al hospital que se levantó para atender la emergencia”, añadió la médica líder de equipo de MSF en la isla.
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