El pasado 10 de julio la Alcaldía de San Pelayo había radicado un proyecto que busca estabilizar los puntos críticos de erosión del río Sinú y no fue sino hasta el pasado 26 de noviembre que la Unidad Nacional para la Gestión del Riesgo de Desastres (UNGRD) asignó los recursos para su ejecución.
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Los sectores beneficiados con este proyecto que, busca darle un manejo adecuado a las inundaciones y controlar la erosión en el municipio, serán Boca del Mañe y Barrio la Fe.
Con esta obra, ya serían tres los puntos críticos a los que le ha apuntado el alcalde Harving Espitia, logrando así gestionar una inversión histórica para solucionar estas problemáticas en el primer año de su gobierno.
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