En las últimas horas Colombia conoció sobre la decisión del gobierno de Estados Unidos de deportar a Salvatore Mancuso a Italia, argumentando que la solicitud de extradición solicitada por Colombia no reunía los requisitos.
Este decisión, aunque ya la esperaban, fue rechazada por las víctimas del conflicto armado, quienes aún lloran a sus muertos y esperan una respuesta para terminar de cerrar ese ciclo tan doloroso en la vida de muchas familias colombianas.
La representante de las víctimas del conflicto armado en el corregimiento de La Pola, municipio de Chibolo en el departamento del Magdalena, Mary Ramos, dijo que la decisión del juez Federal de los Estados Unidos, no es más que una estrategia para no responder por los crímenes que cometió en Colombia.
“La estrategia del abogado de Mancuso parece buscar la impunidad de su cliente, es una forma de evadir la responsabilidad que tiene con las víctimas, lo ideal sería que lo deportaran a Colombia, porque en Italia no va a responder”, agregó la líder.
Agregó que “el Estado debería tener en cuenta la opinión de las víctimas, pelear legalmente la deportación de Mancuso al país, donde tantas familias víctimas de la violencia, del desplazamiento forzado y de las desapariciones, puedan saber finalmente donde están enterrados los restos de sus seres queridos, para que haya una verdadera reparación”.
En este sentido, Silver Polo, líder de la vereda La Secreta, en la parte alta de Ciénaga, en la Sierra Nevada de Santa Marta, opinó que quienes lograron volver a sus tierras tras ser desplazados por los grupos paramilitares no se mostraron sorprendidos por la decisión del juez norteamericano.
“Esto era algo que se veía venir, lastimosamente la justicia flaquea cuando se trata de velar por los derechos de los más vulnerables. Seguimos siendo víctimas, ya no de los grupos armados que nos desplazaron, sino también de quienes tienen los medios para ejercer justicia a nuestro favor como víctimas, pero que no lo hacen”, anotó.
Víctimas en Montería
Para Gustavo Copete, coordinador de la Mesa de Víctimas de Montería, manifestó que “es muy preocupante la noticia que las víctimas recibimos, sobre la extradición de Salvatore Mancuso no para Colombia, sino para Italia. Es un gran salto que hace la justicia para no darle respuesta a las miles de víctimas”.
El reconocido líder, radicado en la capital cordobesa, continuó: “Desafortunadamente vemos que lo que busca el Gobierno es que Salvatore Mancuso no llegue a Colombia porque tiene mucho que decir sobre los entes del Gobierno que él ayudó a ser elegidos a nivel departamental y nacional”.
Para las víctimas la decisión del juez norteamericano fue un premio al jefe paramilitar.
“Lo que hicieron fue premiarlo y mandarlo para su tierra y no mandarlo para Colombia a venir a pagar el resto de condena simbólica que conlleva a que él pueda reparar a las víctimas diciendo dónde están los desaparecidos que en ese tiempo las AUC le dejaron la país”, indicó.
Copete reiteró que “es algo muy preocupante porque pensamos que cuando regresara a Colombia iba a poder resarcir a estas miles de víctimas diciendo dónde están sus hijos e hijas, una verdad que solo él como autor intelectual y jefe de esos grupos armados puede decirle a las familias y darle tranquilidad sobre dónde están los cuerpos enterrados”.
Montes de María
Otra comunidad en desacuerdo con la deportación del exjefe paramilitar Salvatore Mancuso hacia Italia esa es la de Pichilín, en Morroa, subregión de los Montes de María, donde los sobrevivientes de la masacre ocurrida hace 23 años ya no reclaman reparación, sino la verdad para sanar el alma.
Luis Salgado Tovar, presidente de la Junta de Acción Comunal (JAC) indicó que: “Como comunidad sufrida lo que estamos esperando es que haya justicia y una verdad, los motivos por los que se cometió esta masacre, queremos una verdad pública por parte de los autores materiales e intelectuales. Esto sanará nuestros corazones”.
Por su parte Yarlis Salgado Salgado, la tejedora del nuevo Pichilín, considera que la verdad es necesaria.
“A nadie le gustaría que le mataran un hijo, pero hay que tratar de sacar ese odio porque nos puede causar muchas enfermedades. He logrado perdonar un poco, pero sí me gustaría saber la verdad, qué pasó. Porque la verdad ayuda a sanar a muchas personas. Aunque las verdades quedan a medias, pero es bueno saber esa verdad”, indicó.
Pichilín fue el primer corregimiento del departamento de Sucre en ser víctima de una masacre. Ocurrió el 4 de diciembre de 1996, cuando hombres de las AUC ingresaron a la zona en 12 Willys, vehículos que se utilizaban en la zona, por lo que al principio no despertaron sospecha alguna.
