Sucedió en el barrio Castilla, en el suroccidente de la ciudad de Bogotá, donde unos delincuentes se hicieron pasar por miembros de una EPS para entrar a una vivienda.
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Aprovechándose de la situación que se vive a cuenta de la pandemia y de la necesidad de muchas familias de recibir atención médica de las EPS, un grupo de delincuentes llegaron hasta el inmueble y dijeron que iban de parte de la EPS a la que están afiliados.
Fue así como estas personas dejaron ingresar a los delincuentes, quienes una vez adentro se robaron 11 millones de pesos.
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