Autoridades han logrado detectar cultivos de coca en 22 municipios de la región Caribe, de los cuales cinco municipios de Córdoba y 10 de Bolívar están en alerta roja por tener más de 500 hectáreas sembradas de coca.
Montelíbano, San José de Uré, Valencia,Puerto Libertador y Tierralta en Córdoba. Igualmente, Cantagallo, Achí, Arenal, Norosí, Rioviejo, San Martín de Loba, Montecristo, San Pablo, Santa Rosa del Sur y Simití en Bolívar, son los municipios que concentran la mayoría de los cultivos ilícitos.
En el departamento de Córdoba, municipio de San José de Uré registra entre 100 y 500 hectáreas de cultivos de coca y Valencia menos de 100.
En tanto, el departamento de Bolívar es el que tiene, en la región, más municipios con siembra de coca. Achí, Arenal, Norosí, Rioviejo y San Martín de Loba registran menos de 100 hectáreas. Achí, Arenal, Norosí, Rioviejo y San Martín de Loba tiene entre 100 y 500 hectáreas de siembra del cultivo ilícito.
Según el Observatorio de Drogas, en los municipios de González, San Alberto y San Martín (Cesar) hay menos de 100 hectáreas sembradas de coca, al igual que en Santa Marta (Magdalena).
En cuanto al sur del Córdoba, el profesor de Uninorte Luis Fernando Trejos, detalló que en la subregión del Parque Natural de Paramillo se encuentran zonas de cultivo de coca, así como de procesamiento de clorhidrato de cocaína y puntos de exportación.
“Geográficamente es estratégico porque sirve como corredor de movilidad entre la Costa, el Bajo Cauca, el norte de Antioquia y el Urabá (chocoano y antioqueño)”, indicó.
Trejos precisó que los grupos ilegales que ejercen control en esta zona son los AGC y el Bloque Virgilio Peralta de los Caparros o Clan del Golfo, que protagonizan una “competencia criminal”.
“Uno o más grupos ilegales desafían la hegemonía de un actor armado ilegal que viene ejerciendo ininterrumpidamente, en un territorio específico, los monopolios de violencia, recaudo y administración de justicia”, explicó el profesor de la Universidad del Norte.
Este mismo modo de control (competencia criminal), agregó Trejos, se presenta en la Sierra Nevada de Santa Marta, en donde el poder territorial lo disputan las AGC y las Autodefensas Conquistadoras o Pachencas.
“La Sierra es un corredor natural de movilidad entre Magdalena, Cesar y La Guajira. Su compleja geografía, su privilegiada posición geográfica con amplias y poco habitadas costas en el mar y la nula presencia estatal convierten este espacio en un atractivo para el narcotráfico y la extorsión”, aseveró el investigador.
