El pasado martes 11 un grupo de 35 hombres armados sometieron a un vecino del abogado Jaime Paeres Jaramillo, con el único objeto de llegar hasta la residencia que el jurista tiene en el corregimiento San Cristóbal de Medellín.
El grupo comando ataviado con prendas oscuras, pasamontañas, tapabocas y fusiles, interrogaron al vecino para conocer el paradero de Paeres Jaramillo, quien desde hace años se desempeña como abogado defensor del exejefe de las AUC, Salvatore Mancuso.
El abogado reveló que la policía recibió un reporte de un hecho irregular en la zona pero confundieron la dirección: “De no haber sido así, los habrían matado”, aseguró el abogado.
Paeres Jaramillo abandonó esa casa y le solicitó a la Fiscalía General de la Nación que investigue el hecho y que le ofrezcan protección a él y a su familia.
Recordó que ha denunciado reiteradas veces actos delictuales gravísimos de la institucionalidad, perpetrados por algunos pocos en contra de Mancuso y sus familiares.
“El año pasado fuimos víctimas de un hackeo en los computadores de la oficina y secuestraron toda nuestra información. Después de este episodio, realmente lo único que hemos hecho es ocultarnos y esperar que las autoridades actúen. Hasta el momento ha sido complejo, nos hemos resguardado para preservar nuestra vida”, sostuvo.
El litigante cuenta que de la Fiscalía se comunicó con él, a través de la fiscal 46 de Justicia y Paz, Magally Álvarez. “Ella ha estado muy pendiente y le ha solicitado a la Unidad Nacional de Protección que me brinden las garantías necesarias para preservar mi vida. Sé que la Fiscalía también ofició al comandante de la Policía Metropolitana (del Valle de Aburrá)”, aseguró Paeres, quien se pregunta si este es un “claro mensaje” para el exjefe paramilitar Salvatore Mancuso y sus defensores. “Si Salvatore regresa corre, como él mismo me lo ha advertido, un grandísimo peligro. De eso no nos queda la menor duda”.
Este hecho se asemeja al atentado que sufrió el pasado jueves 16 el desmovilizado exjefe paramilitar, Ignacio Roldan, mejor conocido con el alias “Mono Leche”, cuando un grupo de 12 personas se dejó correr hasta su finca ubicada en el corregimiento Los Garzones para asesinarlo. En este caso, también sometieron a la familia vecina para entrar a la propiedad.
