En un momento donde el sistema de salud de Córdoba amenaza con colapsar, ante el aumento desmedido de casos Covid-19, que hasta la fecha concentra a 2.734 infectados; el gerente interventor del Hospital San Jerónimo, Rubén Dario Trejo, se niega a darle la cara a los cordobeses para debatir sobre la situación de este importante centro de salud.
Aunque semanas atrás el encargado de la Superintendencia de Salud, Fabio Aristizabal, aseguró que la situación del hospital mejora cada día, luego de la intervención, muchas son las quejas y denuncias que diariamente salen a la luz y que dan cuenta de falta de elementos de bioseguridad y de medidas que eviten el contagio entre el personal de salud que allí labora; así como la falta de personal médico para atender a los pacientes.
En este sentido, la Asamblea de Córdoba realizó una sesión donde invitó al gobernador Orlando Benítez, al contralor de Córdoba Omar Lozano y al gerente interventor del hospital, Rubén Dario Trejos, quien prefirió no asistir e informar a los ciudadanos sobre las condiciones y acciones que se adelantan desde el hospital para luchar contra la pandemia.
Trejos ha sido cuestionado por su actitud poco empática con el pueblo cordobés y sobre todo, por su marcada tendencia a no informar a las autoridades locales sobre lo relacionado con el hospital, alegando que “es autónomo”.
