Opinión

La gran ola de la conectividad

 

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Por Carlos Camargo Assis, Director Ejecutivo de la FND

La ministra de las TIC, conocedora de las necesidades más apremiantes de las regiones, ha encontrado dos aliados de primera línea en su misión de impulsar la Ola de la Conectividad que comienza a abrirse paso en el país: los gobernadores y los alcaldes.

Con ellos, en efecto, acaba de suscribir el Pacto Digital, un instrumento vital para que internet pueda llegar a todos los municipios, veredas y lugares más remotos del país y convertirse en herramienta fundamental para impulsar la educación como fundamento del progreso y el desarrollo. Su primera meta es a la vez ambiciosa y razonable y consiste en educar en competencias digitales a 100.000 estudiantes colombianos.

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El momento escogido por la ministra, los gobernadores y los alcaldes no podría ser más oportuno y coyuntural porque coincide con la fase final de la formulación de los Planes de Desarrollo Territorial. En ellos, el Pacto, con sus mejores atributos, se traducirá simultáneamente en metas territoriales concretas que harán valer las políticas de Estado que las inspira.

Esta nueva sinergia entre Nación y Región debe darle a la ola el impulso que necesita, hasta convertirla en un nuevo océano de oportunidades de crecimiento y desarrollo para nuestras nuevas generaciones, sin discriminación y guiada por el principio de las oportunidades para todos.
La ministra Karen Abudinen, aliada de las entidades territoriales desde que llegó al equipo del presidente Iván Duque como Consejera para las Regiones, conoce bien el terreno en el que germinará el Pacto Digital y esa es, de entrada, garantía de éxito.

Cobra forma así una oportunidad que nace en medio de la crisis y que a la postre contribuirá también a superar sus efectos. No debemos dudar de que el Pacto será un aliciente adicional para la reactivación inteligente de la productividad regional.

Estoy convencido de que los gobiernos territoriales acogerán con el mayor entusiasmo el llamado de la Ministra para que en sus planes de desarrollo se incluyan y se cumplan los programas TIC, en beneficio de la recuperación económica, la productividad y la innovación.

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Como bien lo anotó ella en su encuentro virtual con gobernadores y alcaldes -el primero que se produce desde su posesión- el gran pacto por la conectividad nos invita a sumar esfuerzos y recursos a nivel nacional, departamental y municipal para conectar más hogares colombianos en lo urbano y lo rural.

Un actor fundamental en el advenimiento de esta era digital son los medios de comunicación y sus nuevos nichos. Por eso también desde ya ha tenido amplia acogida el llamado del Gobierno para facilitar la creación y el desarrollo de emisoras comunitarias étnicas. Los nuevos medios potenciarán el positivo impacto de internet. Por eso en las regiones existe amplia expectativa sobre los resultados de la próxima subasta del espectro; proceso que conectará a 3.658 localidades rurales en los 32 departamentos con cobertura de internet móvil 4G.

No en vano, uno de sus componentes, el programa de ‘Última Milla’, tiene como meta conectar a 500.000 hogares urbanos de bajos recursos. La nueva era digital llega pues convertida en una nueva y poderosa herramienta de equidad para las regiones.

Es claro que, con el cierre de la brecha digital, surgirán nuevas y mayores oportunidades de capacitación, emprendimiento, innovación y será visible un nuevo panorama de opciones para mejorar la calidad de vida de los habitantes de las regiones más apartadas e históricamente marginadas del progreso y el desarrollo. Y es que además de la educación, la conectividad apalancará también el desarrollo de la salud, comercio y a todos aquellos sectores afines a la nueva sociedad del conocimiento. Bienvenida entonces la nueva la ola de la conectividad, con todo su vigor y sus beneficios.

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Columna publicada en el periódico La República

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