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Cadáver de venezolano esperó 20 horas para que lo recogieran

La funcionaria Esperanza Garcés les habría recomendado que acudieran a la Gobernación, pero allá les informaron que este tipo de situaciones, por competencia, le toca a la Alcaldía.

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Por segunda ocasión y en menos de un mes se presenta la muerte de un ser humano cuyos familiares no tuvieron recursos para sepultarlo y no recibieron la atención de las autoridades competentes.

El primer caso se presentó el 1° de mayo en una casa para pensionados en el barrio Los Laureles de esta capital donde falleció Antonio Ortiz Torralvo, de 44 años de edad, cuyo cuerpo permaneció 19 horas en una cama a la espera de ayuda administrativa para sepultarlo.

Los amigos y vecinos recogieron dinero y el mismo día, cuando ya empezaba a descomponerse, lo enterraron a eso de las 7:00 de la noche en el Cementerio San Antonio del P-5.

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Esta vez le tocó al venezolano Nelson Antonio Camacaro Jiménez, de 68 años de edad, quien murió la mañana del jueves 14 de mayo en el Hospital San Jerónimo de Montería.

Desde ese momento, Nelson Camacaro, hijo del fallecido, y otros allegados empezaron a pedir ayudar para comprar un ataúd.

Llegaron a la Alcaldía donde les indicaron que no había recursos y que fueran al Centro Verde (margen izquierda) que allá les solucionaban. Luego regresaron porque les explicaron que era en la sede principal donde debían darles solución a sus requerimientos.
La funcionaria Esperanza Garcés les habría recomendado que acudieran a la Gobernación, pero allá les informaron que este tipo de situaciones, por competencia, le toca a la Alcaldía.

Al final, Esperanza Garcés los dejó esperando afuera y no atendió más el celular.

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Frustrados y con la angustia de que el cadáver de Nelson empezaba a podrirse en el Hospital San Jerónimo, los familiares decidieron recoger dinero entre vecinos y amigos.

Al cabo de unas horas y con el esfuerzo de los allegados, se logró reunir la cantidad necesaria para poder cubrir los gastos funerarios. Con esta buena noticia en medio de la tragedia, Nelson volvió a respirar, pues quería un sepelio digno para su padre.

Para dar consuelo a los familiares y amigos del fallecido, un cristiano Testigo de Jehová impartió un discurso bíblico a través de la aplicación Zoom. EL PROPIO fue invitado a esa ceremonia virtual.

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