Los dos jóvenes capturados entre los barrios Casita Nueva y El Minuto de Dios, luego de una persecusión de la policía y que fueron identificados como Keider Palacio Agámez y Carlos Iván Morelo Osorio, residentes en el barrio Juan XXIII de Montería, no pisaran la carcel. La justicia mandó a uno para la calle y al otro para la casa.
Como se recordará los dos presuntos delincuentes asaltaron, con arma de fuego a los trabajadores de un camión repartidor de gaseosas en el barrio El Dorado y la policía los persiguió hasta el sector del Minuto de Dios, donde un patrullero les atravesó la moto para poderlos capturar.
A pesar de que la policía les encontró un arma de fuego y una pistola neumática, un juez de control de garantías conceptuó que no representaban un peligro para la sociedad y mandó al de la pistola neumática para la calle y al del revólver de verdad a detención domiciliaria.
El Juez de Control de Garantías no tuvo en cuenta la denuncia de un ciudadano que se presentó a la audiencia a denunciar que los mismos sujetos, diez días antes le habían hurtado 165 mil pesos en efectivo y dos celulares, cuando se encontraba en una tienda de Casita Nueva.
La medida del Juez de Control provocó el disgusto de los policías que realizaron el operativo, quienes en la misma audiencia murmuraron que de que servía exponer sus vida persiguiendo a los bandidos para capturarlos, si los jueces los dejan en libertad.
