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Sentí el impacto y la gente celebró como un gol, dice policía que perdió ojo en manifestaciones

El patrullero Walfran Enrique Narváez Pontón, de 27 años, dialogó con la emisora Blu radio desde el octavo piso del Hospital Central de la Policía, en donde se encuentra internado recuperándose de las heridas en su cara y su ojo.

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Luego de recibir un impacto con una piedra en su ojo, el patrullero Narváez relató que vio a los vándalos que estaban infiltrados en la manifestación alegrarse como si un equipo de fútbol hubiera metido un gol. Desde hace tres días permanece en el hospital de la Policía, luego de perder su ojo izquierdo en medio de los actos vandálicos.
¿Qué pasó ese 22 de noviembre cuando usted resultó gravemente herido durante las protestas en el centro de Bogotá?

“Lamentando lo sucedido, primero que todo. Ese día fue bastante complicado por las manifestaciones que llevaron a lesiones de mis compañeros, incluso la mía. Íbamos en la motocicleta a atender un caso y nos llamó la central de radio como a las 4:30 de la tarde sobre la décima con sexta, un grupo de unos 400 manifestantes al notar nuestra presencia comenzaron a lanzarnos botellas, palos, piedras y una de esas me impacta directo al ojo izquierdo, en ese momento pierdo el conocimiento”.

Cuando vuelve a estar consciente, ¿qué es lo primero que logra ver en medio de los desmanes?

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“Al momento de la agresión, yo lo único que sentí fue el impacto y veo que la gente se alegra como cuando alguien está en un estadio y el equipo local mete un gol, sentí que se alegraron porque le pegué al policía”.

¿Usted llevaba algún tipo de protección o estaba patrullando en la zona?

“Yo llevaba mi casco de seguridad con la visera abajo, pero el impacto fue tan fuerte que traspasó la visera y la roca me penetró directamente en el ojo”.
¿Qué pasaba con sus compañeros, teniendo en cuenta que les seguían lanzando objetos mientras trataban de atenderlo a usted?

“Mi compañero de patrulla lo que hizo fue salvaguardar la integridad de los dos y resguardándose para que la gente no nos visualizara, así fue como dejaron de seguir agrediéndonos”.

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En ese momento el caos estaba desatado en Bogotá y las calles estaban bloqueadas, ¿cómo lograron trasladarlo desde la Candelaria hasta el hospital de la Policía?

“El traslado hasta el hospital de la Policía fue coordinado con el Esmad y un vehículo del comando de estación que abrió paso para llegar acá porque yo venía fuera de sí”.

De inmediato a usted lo atendieron, pero ¿cuál fue ese primer pronóstico por parte del equipo médico del hospital de la Policía?

“Lo que me dijeron los doctores que hicieron la cirugía es que tenía fractura de la órbita y lo que es iris, cornea y todo el óvulo ocular estaba casi que destruido. El ojo había quedado sostenido de un hilo muy diminuto, por poquito me lo sacan del impacto”.

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Ya han pasado tres días desde que usted fue herido de gravedad y ahora se viene ese proceso de recuperación, ¿cuál es el parte médico hoy?

“Hoy los cirujanos que me operaron me dijeron que me habían tratado de reconstruir mi ojo, pero estaba bastante complicado. Hay que esperar al día de mañana a que me hagan un examen y si no sale bien, pues me tienen que retirar el ojo”.

Después de ver todo este drama que usted ha tenido que vivir por cumplir con su labor, ¿por qué decidió ser parte de la Policía Nacional?

“Siempre he dicho que el policía no es de decidirlo apenas entra en la incorporación, eso se hace día a día. Si tú eres policía un día, lo eres toda la vida, siempre lo he dicho”.

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Pero de momentos amargos como este que ha tenido que vivir en carne propia, también aparecen los amigos, una mano que le da fuerza, ¿cómo ha sido ese acompañamiento de sus colegas?

“Nunca pensé que tuviera tantos compañeros acá en Bogotá (él es de Santa Marta), pero han estado muy pendientes de mi salud, han llamado bastante, me han visitado y han estado muy pendientes de mi familia. Nunca pensé que tuviera tantos amigos, pero en estas ocasiones se ve que uno es buen amigo”.

Las manifestaciones aún continúan en el país, ¿qué le gustaría decirles a sus compañeros que siguen en las calles haciendo su trabajo?

“A mis compañeros les digo, como hablamos internamente, que en la juega. Hay que estar en la juega en la calle porque primero es la integridad de uno para salvaguardar la de los demás y el policía está para la comunidad, pero si uno está mal entonces ahí si queda difícil hacer la labor. Por eso, pendientes, que Dios los bendiga y para adelante que eso no es para toda la vida”.

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Y por último, ¿qué le gustaría decirle a quienes participan en las protestas, pero sobre todo a los violentos de quien usted fue víctima durante esas movilizaciones?

“Esta es la labor que yo escogí, las manifestaciones están en todo su derecho de hacerlas, pero deben ser pacíficas. Un oficial me dijo que nosotros no elegimos a los candidatos ni gobernantes, solo hacemos cumplir las normas y leyes, tal cual como las dictan, por eso queremos que sean pacíficas y bajo la normalidad para que podamos llegar a nuestras casas, así como esperan a quienes se manifiestan”.

Informe tomado de BLU RADIO

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