Opinión

El cultivo del Algodón y la Cuarta Revolución Industrial

Esp. José David Ramos Buelvas

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En días pasados tuve la oportunidad de asistir al 39° CONGRESO AGROPECUARIO NACIONAL organizado por la SOCIEDAD DE AGRICULTORES DE COLOMBIA, escenario en el cual confluyeron los diferentes actores relacionados con el sector primario de la economía y que en los diferentes espacios expresaron, desde sus propias esquinas, la percepción que tienen del presente y de lo que debe ser el futuro de las actividades relacionadas con el sector agropecuario del país.

Aunque no hubo muchas posibilidades de escuchar a los gremios de manera individual sobre sus realidades particulares, es evidente que hay subsectores que están en una mejor situación que otros, y eso se demostró en la asistencia de los productores de base en representación de los diferentes gremios. Y es muy triste decir que del cultivo de algodón, los productores brillamos por nuestra ausencia.
Creo que eso es una muestra más de la crisis que vive nuestro cultivo.

El común denominador del congreso fue la necesidad que tiene nuestro sector de encaminarse hacia la cuarta revolución industrial. Y es aquí en donde me quiero detener para mirar al sector algodonero en perspectiva y preguntarnos: ¿Es nuestra meta a mediano y largo plazo ser protagonistas de una nueva revolución industrial?

Creo que la respuesta es triste porque en muchas zonas hemos visto que pasen por nuestro lado algunas revoluciones anteriores y no hemos participado en ellas.

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En este punto de la historia creo que ya no tenemos otra opción para que el otrora “Oro Blanco” vuelva a ser la fibra que dinamiza la socioeconomía en Córdoba.  Y aquí es importante el concurso de dos importantes actores: el gremio y el Estado.

Nuestro gremio debe trazar un camino que garantice que cada productor, no importa su ubicación ni su tamaño, haga las cosas siguiendo directrices técnicas y económicas que lo lleven a ser altamente productivos de una fibra de excelente calidad. Y esto sólo será posible a través de la EDUCACIÓN de las nuevas generaciones, mostrando resultados para que ellos vean que también hay un futuro en el agro.

El gremio deberá gestionar los recursos necesarios para que esto sea posible. El Estado por su parte debe mirar al campo como lo miran los países del primer mundo, como la fuente primaria que jalona al resto de la economía y por consiguiente debe estar dispuesto a brindarle los apoyos oportunos en infraestructura, en tecnología y en créditos blandos para que pueda haber una verdadera transformación de nuestra realidad.

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Según la BBC: “La llamada Cuarta Revolución Industrial está marcada por la convergencia de tecnologías digitales, físicas y biológicas, anticipan que cambiará el mundo tal como lo conocemos”. Parece una utopía en nuestro departamento y en nuestro sector, pero creo que estamos a tiempo de tomar las decisiones correctas para que esto sea una realidad.

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