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Cinco desafíos que tienen las regiones para seguir creciendo

Si bien la ley de punto final en salud mejorará las finanzas regionales, hoy el gran reto es crecer y para ello necesitarán invertir más en educación y promover inversión que genere el empleo que necesitan las regiones.

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Cada año la discusión del presupuesto general de la nación enciende las alarmas en las regiones. La razón es sencilla: de las asignaciones que allí queden confirmadas para girar a municipios y departamentos para cubrir temas clave como la salud y la educación en las regiones, depende que estas garanticen los recursos necesarios para cumplir con las funciones encomendadas.

Este año la discusión ha generado expectativa, en buena medida por los anuncios de mayor austeridad hechos por el ministro de Hacienda, Alberto Carrasquilla. Sin embargo, el giro para las regiones a través del Sistema General de Participaciones, SGP, está garantizado. En la antesala de la discusión sobre el presupuesto del próximo año, el director de la Federación Nacional de Departamentos, Carlos Camargo Assís, llamó la atención sobre los cinco principales desafíos que tienen las regiones para crecer. ¿Cuáles son esos retos? Aquí le contamos.

Financiación de la salud. La salud del país logró un respiro financiero con la firma de acuerdo de Ley de Punto Final que recientemente lanzó el presidente Iván Duque. Esta iniciativa eliminará la mayor causa de desequilibrio económico del sistema de salud, que son los recobros “No PBS”. Su gestión, financiamiento y manejo tecnológico quedará ahora a cargo de Adres, y no de los departamentos, como ha venido ocurriendo hasta el momento, quienes figuraban como responsables por los pagos pendientes. El propósito de la Ley de Punto Final es garantizar el acceso efectivo de la población a estos servicios, tanto en el régimen contributivo como en el subsidiado, que cobija a 44 millones de personas.

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Pero para lograrlo, se garantiza el pago efectivo a proveedores de insumos, medicamentos y servicios de salud que estaba pendiente en los últimos años. Su monto real reconocido es de $7 billones, de los cuales $4 billones se adeudan al régimen contributivo y $ 3 billones en el subsidiado. Para saldar estas deudas con el sistema de salud, los departamentos contribuirán con 7 puntos del SGP que se gira a los territorios para el financiamiento, lo que representa cerca de $700.000 millones anuales. Camargo sostiene que se establecerán controles para racionalizar el gasto.

Mejorar la educación con un SGP ajustado. El Sistema General de Participaciones, es decir monto de los recursos que gira el gobierno nacional a las regiones para cubrir sus necesidades en salud y educación, es de $43 billones de pesos para este año. En años anteriores estos recursos han sido insuficientes y los mandatarios han tenido que apoyarse en el Fonpet para garantizar los gastos de educación. “Los recursos actuales no son suficientes para reducir las brechas interregionales en la calidad educativa” dice Carlos Camargo, de la Federación Nacional de Departamentos. Y quizás este año la situación pueda agudizarse con el aumento en la migración venezolana, que exige mayores recursos en aquellos departamentos que están recibiendo el mayor número de venezolanos.

De acuerdo con un estudio de Fedesarrollo, el costo de la nómina docente crece más rápido que los ingresos del SGP y esto conlleva una reducción de recursos para los otros componentes de la canasta educativa. El año pasado los recursos alcanzaron para invertir sólo 5% en calidad educativa, sin hablar del aumento necesario en la cobertura de acueducto y alcantarillado en muchos de nuestros municipios.

Un PIB por repotenciar. Uno de los mayores desafíos del país es lograr que el crecimiento de su economía esté por encima del 3% ya que esto garantiza empleo y disminución de la pobreza. Por eso impulsar el crecimiento en las regiones es una de las tareas clave. De acuerdo con las Cuentas Nacionales Departamentales del Dane, entre los años 2017 y 2018, un total de 23 departamentos mostraron un crecimiento en su Producto Interno Bruto, mientras que en 2 hubo caída -los demás se mantuvieron-. Esta cifra contrasta con el periodo 2016 y 2017, cuando tan sólo se presentó crecimiento del PIB en 6 departamentos.

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Sin embargo, ya se han identificado las regiones en donde el desafío es mayor pues los niveles de pobreza más elevados están en la Región Caribe y Pacifico. Por lo tanto, “es necesario impulsar el desarrollo de estas regiones, lo que se traducirá en mayor crecimiento futuro para el país”, asegura el directivo.

Contrabando, un flagelo de mil cabezas. Aunque el país ha lanzado una cruzada para luchar contra el contrabando, este persiste y cada vez de manera más ingeniosa. Esto llevó a la Federación de Departamentos a firmar un convenio con la multinacional Philip Morris para atacar una de las modalidades que más afecta a las regiones: el contrabando de cigarrillos.

La Federación celebró convenios y adiciones para fortalecer el programa anticontrabando en los 32 departamentos por valor de $8.188 millones, que se ejecutan en cuatro líneas. Una de las principales es la capacitación de grupos operativos, aliados estratégicos, comerciantes y tenderos. Las regiones dispondrán de mayores y mejores recursos humanos y de apoyos logísticos y podrán también incentivar las denuncias a través del pago de recompensas.

Generar más empleo, un reto inaplazable. Entre 2017 y 2018 en 13 departamento, de los 23 que analiza el Dane en su Gran Encuesta Integrada de Hogares, aumentó el desempleo y los grupos más afectados por la falta de empleo son los jóvenes y las mujeres. ¿Qué hacer para revertir esa situación? De acuerdo con Camargo, incrementar la inversión tanto nacional como la extranjera directa para lograr que se instalen en las regiones nuevas empresas y proyectos productivos que permitan que los colombianos más jóvenes tengan acceso al trabajo. Así mismo, reconoce que es necesario mejorar la educación superior: universitaria, técnica y tecnológica, con el fin de tener mano de obra bien calificada.

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También es fundamental mejorar la coordinación de la oferta de las instituciones educativas con las necesidades del sector productivo y la orientación de los jóvenes para escoger los programas que les permitirán encontrar empleo con mayor facilidad en el futuro.

La inversión en proyectos de infraestructura estratégicos en las regiones también es clave porque genera empleo directo y mejora la competitividad del país. Las Regiones Administrativas y de Planificación (RAP) han avanzado en la identificación de prioridades y serán piezas claves en su estructuración y ejecución.

 

Tomado Revista Dinero

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