Córdoba

Profe cordobés, el mejor del Premio Compartir al Maestro por trabajo de lectoescritura

En el marco de la Ceremonia Nacional del Premio Compartir 2019, Carlos Enrique Arias, de la institución educativa San Antonio María Claret de Montelíbano, Córdoba, fue elegido como Gran Maestro, gracias a su propuesta ‘Aula investigadora: la investigación como un proceso de lectoescritura y la lectoescritura como herramienta fundamental de la investigación’.

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El Gran Maestro, del área de Lenguaje, además de una estatuilla dorada y $50 millones otorgados por la Fundación Compartir, recibió un viaje académico a un país Iberoamericano concedido por la Fundación Carolina por su mejor propuesta en lengua castellana. Pero además recibirá una maestría en promoción de lectura y literatura infantil en la Universidad de Castilla la Mancha, en España.

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Por su parte, el docente Orlando Ariza Vesga, de la Institución Educativa Nuestra Señora del Pilar en Villagarzón, Putumayo, fue seleccionado como Gran Rector por la iniciativa titulada ‘De “recicladero” a escuela de calidad’. Ariza también recibió, además de la estatuilla y $50 millones, una beca de maestría otorgada por la Universidad de La Sabana, una biblioteca para la rectoría de la Editorial Magisterio y $6 millones adicionales para invertir en la Institución educativa, concedidos por la Fundación creadora del Premio Compartir.

Hoy en día, el 94 por ciento de los egresados del colegio San Antonio María Claret ha continuado su formación superior: técnicos (22,61 %), tecnólogos (20 %) y profesionales (51,3 %). “Hemos podido ver mayor fluidez verbal y escrita, toma de conciencia de su condición social, política y económica; anhelo por acceder pronto a la vida universitaria; más auto respeto y menos propensión a caer en hábitos perjudiciales relacionados con droga, tabaco o alcohol, y mayor tolerancia a las diferencias raciales, sexuales, religiosas y físicas”, dice Arias.

“Es un honor y un deleite verse atendido y escuchado por el abogado, el médico, la bacterióloga, la enfermera, el ingeniero e, incluso, el docente, al que un día serviste como maestro. Es una familia aumentada a la que veo crecer en conocimientos, dignidad y autonomía”, continúa.

TOMADO DE: EL TIEMPO & BLU RADIO

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