Las capturas recientes de supuestas sicarias como alias ‘La Mona’ o ‘NIkita costeña’ y alias ‘Mayito a quienes se les atribuye la masacre de cuatro jóvenes en el barrio Mocarí, norte de Montería, activan las alarmas del papel de la mujer en peligrosas bandas delincuenciales y
devela una nueva estrategia criminal del Clan de Golfo en la capital de Córdoba.
En el mundo sicarial siempre ha existido el mito de la mujer fatal y pistolera que, amparada en su feminidad, se burla de las autoridades y de sus enemigos. Además de sus atributos físicos, tiene ojo de lobo y un dedo rápido y preciso para disparar.
Ahora, el mito se ha ido convirtiendo en realidad en Montería de la mano de grupos criminales que basan su poder en negocios ilegales y en una amplia estructura militar, conocido como el Clan del Golfo.
Información de inteligencia apuntaría que no solo es alias ‘Nikita costeña y Mayito las sicarias que llegaron a la ciudad, sino que serían cuatro mujeres más que estarían con el gatillo afinado para cometer asesinatos a sueldo, ordenados por la banda criminal que tiene el monopolio del tráfico de drogas en Córdoba y otras regiones del país.
El comandante de la Policía Metropolitana coronel Fredy Correa, cree y se esta investigando la presencia de mujeres que estarían adquiriendo un rol importante en las organizaciones ilegales en Montería “debido a que pasan desapercibidas ante las autoridades y pueden camuflar armamento, droga, pues solo una mujer policía puede requisarlas. Además, algunas utilizan sus atributos físicos para engañar a sus víctimas, ya sea para el sicariato o para la venta de estupefacientes”.
Tomado de La Prensa Web
