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Boxeo aficionado: Exitosa velada en el caserío el abanico, San Pelayo

¡Querer es poder! Y así lo demostraron un grupo de parroquianos de éste lugar, con el apoyo del dirigente cívico y deportivo Ader Espita Mercado y del instructor de boxeo Walber Padrón Mestra del Club Los Cabezones, al poner en práctica la creatividad e inteligencia del hombre costeño, construyendo un ring totalmente en madera pero con las dimensiones reglamentarias del caso e instalación de sus demás accesorios

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En el transcurrir de los combates hubo la necesidad de retirar la lona para mejor comodidad y desplazamiento de los boxeadores y todo bajo sombra ya que colocaron su debida protección al inclemente sol de ésta época

Con ésta genial obra se desarrolló la programación sin tropiezo alguno, notándose la alegría y satisfacción de todos los asistentes y deportistas.

Hubo un total de 16 encuentros entre púgiles de San Juan de Urabá, La Apartada, Montelibano, Lorica, Chinû, Ceretė y San Pelayo, dándose entre otros los siguientes resultados:

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Jhon Ortega de Lorica perdió ante Over Roatan de San Pelayo, por D.

Juan Mejía de San Pelayo le ganó a Breiner Ruíz de Chinû por D.

Dairo Roatan de San Pelayo venció por D a John Castillo de Chinû.

Ruby Tano de San Pelayo salió victorioso ante William Avendaño de Lorica por D.

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Cristian Martínez de San Pelayo ganó a Ever Hernández de La Apartada por D.

Kevin Álvarez de Chinû por KO1 a Yondri Godoy de Lorica.

Aroom Romero de Chinû venció por KOF1 a Andrés Roatan de San Pelayo.

Kevin Banda de Ceretė fue superado por KO2 por Cristian Almanza de Montelibano.

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César Dueñas de Ceretė venció sin objeción alguna a Justin Pitalua de Lorica por D.

En femenino, Maryoris Hernández de San Pelayo en una buena pelea logró recuperarse y vencer a Luisa Berrio de San Juan de Urabá por D.

Ahora bien, Bernardo Vargas de San Pelayo y Samir Polo de Montelibano, protagonizaron según el público asistente, el mejor y más emotiva de las reyertas, aunque previo acuerdo de los manejadores de estos pupilos con amplio recorridos en los tinglados, se proyectó lo que se llama en el argot boxistico un guanteo de exhibición, debido al mayor peso del muchacho de la capital del Níquel, pero resultó todo un peleón, se entregaron de lleno durante los tres asaltos, hubo caída del local Vargas y al final sin decisión y el público aplaudió hasta el más allá a estos dos gladiadores.

 

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