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Los escribanos, una tradición que permanece

Todos los días Humberto Cruz Cansino y Wilson Hoyos, salen de sus viviendas a trabajar  y así conseguir el dinero.

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Ambos, antes de iniciar su jornada laboral, se encomiendan a Dios por el bienestar de sus familias,  y además de paso le piden una manito para que las cosas les salgan bien, durante el día y parte de la noche.

Cruz y Hoyos, son compañeros y dicen algunos viejos habitantes locales que los conocen que en la historia del municipio hay pocos “escribanos o tinterillos” como se les conoce popularmente en Cereté. Estos se dedican a: redactar escrituras, cartas, declaraciones juramentadas y demás documentos, pero usando las viejas  máquinas de escribir, de marcas descontinuadas y aunque para muchos no tengan ningún valor, para ellos es un tesoro invaluable.

Más de 30 años completaron en este oficio, razón por la que muchos ciudadanos que llegan a diario a los bajos de la Alcaldía en Cereté los bautizaron como “los tinterillos o escribientes”.

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Estos dos “tinterillos” aseguraron que gracias a su sacrificio, compromiso,  y calidad los siguen buscando para la elaboración de cualquier documento.

Les  canta a sus clientes

Por su parte, lo que hace la diferencia es que Wilson conquista algunos clientes cantándoles rancheras, boleros, vallenatos y también una que otra balada de los años 60. “Esto es un arte y una pasión, pues no todo el mundo nace para escribir en una máquina. No me puedo quejar porque me ha ido bien y en ocasiones en el día me hago entre 25 y 30 mil pesos que alcanzan para mantener a la casa. Tengo que decir que estudié para auxiliar de justicia, levantamiento y otros”, dijo Humberto Cruz.

Sus compañeras fieles son las siguientes: unas máquinas de escribir, un poco viejas por el uso, las mesas de madera e igualmente los banquitos donde atienden a su clientela. 

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Un  cliente, señaló que es importante la labor de estos personajes ya que muchos cereteano, no son capaces de redactar una carta o cualquier otro documento.

” Gracias a Dios que estos señores existen aquí “, dijo el hombre al tiempo que solicitaba la redacción de una carta de protesta por el mal servicio de una de las empresas prestadoras de servicios públicos.

Por Javier Páez, especial para ChicaNoticias

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