Contratista debe reemplazar tuberías dañadas del Acueducto Costanero
El Contratista de la obra del Acueducto Regional Costanero tendrá que reemplazar la tubería defectuosa que se utilizó en el proyecto. Así lo dió a conocer la Gobernadora (e) de Córdoba Sandra Devia Ruíz, quién advirtió que en el proceso de interventoría y seguimiento se presentaron fallas.
Es de recordar que desde que se terminaron los trabajos líderes de Canalete y Los Córdobas denunciaron que la tubería carecía de revestimiento ocasionando problemas con la potabilidad del agua, la cual salía de color rojo y manchaba los recipientes.
“Cuando tuvimos esta denuncia nosotros mismos (Gobernación de Córdoba) citamos al contratista, hicimos el seguimiento con la interventoría y se verificó que había un problema, en algunos municipios llegaba el agua con un color rojizo y el revestimiento de la tubería, no todo, estaba generando estos problemas”, dijo Devia Ruíz.
La gobernadora argumentó que tras citar a dos audiencias de cumplimiento con apoyo de la Procuraduría y hacer efectiva las pólizas de responsabilidad y ejecución de obras, el contratista accedió a cambiar la parte de la tubería que presenta fallas en su revestimiento interno.
Esta falla hacía que el agua llegara con un color rojizo y aparentes trazas de óxido a los hogares. La Procuraría en un fallo determinó que la tubería usada no era la correcta y dio la razón a los alcaldes y comunidad que se negaron a recibir la obra argumentando que se estaba atentando contra la salud de la población.
El municipio de Canalete se negó incluso a recibir el bombeo del líquido y desde hace seis meses no recibe agua del acueducto costanero.
Para atender la situación, desde el Plan Departamental de Agua informaron que están aplicando un secuestrante al agua para atrapar las trazas de óxido que se liberan por falta del revestimiento de la tubería y el agua está óptima para el consumo.
El acueducto Regional Costanero envía agua desde el río Sinú a los municipios de Puerto Escondido, Los Córdobas y Canalete. Este último municipio fue el único que se movió a denunciar las fallas en las obras, los otros dos guardaron silencio ante el peligro que corría la salud de los futuros consumidores del agua.
