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Ministro de Defensa dice que en 2022 los cultivos ilícitos llegarían a 292.000 hectáreas

El panorama de los cultivos ilícitos en el país no es alentador. Según el Gobierno, la erradicación forzosa ha dejado más de 60.000 hectáreas descontaminadas, comparadas con las más de 27.000 hectáreas que han sido intervenidas por el programa de sustitución.

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Según el ministro de Defensa, estas modalidades en la lucha contra el narcotráfico han sido insuficientes y “de continuarse solamente con las modalidades actuales, se estima que para el 2022 los cultivos ilícitos ascenderían a 292 mil hectáreas”.

A este problema, se suma la presencia de grupos armados que han optado por hostigar y atentar en contra de los grupos de erradicación, lo que ha generado un retraso en las labores mientras se verifican amenazas como campos minados.

El Gobierno también reveló que entre el 2012 y 2017, en Antioquia, Nariño, Putumayo, Norte de Santander y Cauca se concentraron cerca del 70% de cultivos ilícitos que hay en todo el país.

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Glifosato, alternativa eficiente: fiscal

Durante su intervención en la audiencia sobre el glifosato en la Corte Constitucional, el fiscal Néstor Humberto Martínez defendió el uso del herbicida en la erradicación de los cultivos ilícitos.

“Es necesario utilizar el glifosato porque es una alternativa eficiente: el 89% de los casos produce la muerte de la planta de acuerdo con las estadísticas de Naciones Unidas, porque preserva las vidas humanas”, indicó Martínez Neira.

El jefe del ente investigador citó evidencias de la Comisión Interamericana para el Control del Abuso de Drogas, que señalan que el glifosato no es cancerígeno ni mutagénico.

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“La Agencia de la OMS dijo que podría ser probablemente cancerígeno, incluyendo el glifosato en la categoría 2A. Pero los colombianos tenemos que saber que en esa categoría están las carnes rojas, los esprays para el cabello, los esteroides, el aceite de uso de cocina“, agregó.

Finalmente, el fiscal aseguró que el uso del glifosato no va en contravía del acuerdo de paz y que el Estado no renunció al uso de la aspersión aérea con este herbicida.

“Con la prohibición del glifosato y los subsidios a los cultivadores esta es la realidad de los cultivos ilícitos en este momento que supera las 200.000 hectáreas. Si no apelamos a todos los instrumentos muy difícilmente podremos conservar la integridad de las premisas del Estado”, dijo.

Además, advirtió que en los 161 municipios donde hacía presencia las Farc, del 2016 al 2018, los homicidios crecieron a una tasa del 30%.

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Preocupación entre gobernadores

Durante la audiencia, los gobernadores de Antioquia y Nariño expresan preocupación ante los posibles daños por la aspersión aérea con glifosato.

El primero en intervenir fue el gobernador de Antioquia, Luis Pérez, quien expuso su preocupación ante los daños por glifosato, llamando especial atención sobre las afectaciones a la población joven.

“La patria no es una figura abstracta que vive en manuales. La patria es de carne y hueso. Y el avance de una nación tiene el color de la juventud. Una sociedad es progresista si tiene jóvenes llenos de oportunidades. Sin jóvenes libres no hay patria, ni ahora ni después. Cuando se defiende a jóvenes de motosierra de la droga, se protege a la patria entera”, señaló Pérez.

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El gobernador antioqueño explicó que en la actualidad Colombia es sinónimo de cocaína a nivel mundial. “Producimos 70% de la coca del planeta. Por cada hectárea de erradicación manual, nacen 1.5 nuevas hectáreas”, declaró.

Por su parte, el gobernador de Nariño lamentó que Duque no se quedara a escuchar a las regiones. Camilo Romero destacó que en su departamento hay 50 mil familias que derivan su sustento d ela hoja de coca. En su intervención, preguntó: “¿las van a fumigar?”.

Entre tanto, la gobernadora Soy Sorrel Aroca de Putumayo aseguró que en su departamento hay más de 20 mil familias cultivadoras. “Hemos vivido en conflicto del que no somos hijos ni responsables”, aseguró.

“Venimos a defender la intervención social, hablamos de la dignidad de seres humanos para transitar a una economía productiva”, agregó.

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Aroca señaló, además, que los campesinos no quieren vivir más siendo perseguidos.

Tomado de Blu radio

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