Un fétido olor que tenía fastidiados a los vecinos y transeúntes de un sector en cercanía a Tunja, Boyacá, fue el detonante para hallar el cuerpo sin vida de Sady Martínez Viloria, una mujer oriunda del corregimiento Villa Esther, municipio de Puerto Escondido, zona costanera de Córdoba y quién llevaba cinco días de haber desaparecido.
La mujer fue hallada la noche del miércoles 6 de febrero asesinada a cuchillazos y metida en un pozo séptico. De acuerdo con las investigaciones, lo más terrible es que el homicida le abrió el abdomen y se lo llenó de piedras con el fin de que el cuerpo no flotara.
De Sady se supo que hace algunos años se desplazó a Bogotá en busca de un mejor futuro. En el interior del país conoció a Darío Salas Velandia, quien sería el supuesto responsable del atroz crimen.
