La de Mildreth Gómez, pareciera uno de esos casos de la serie “mil maneras para morir”, pero lo cierto es que en Montería es más común de lo que se cree, pues en este año ya son dos las vidas que absurdamente han cobrado las ramas de la ‘muerte’ que caen sobre la vía que de Cereté conduce a la capital cordobesa.
De los frondosos árboles sembrados a lado y lado de esta carretera comúnmente se desprenden ramas y caen sobre la vía, casi siempre cuando llueve y hay tempestad, incluso existe antes del peaje de Garzones una señal que advierte de la caída de árboles, como si un conductor pudiera alertarse al momento en que una de las ramas vaya cayendo hacía su humanidad.
Casualmente las dos víctimas del 2018 producto de la caída de las ramas secas son cereteanas, Héctor Javier Romero, de 24 años, joven albañil, más tres heridos y ahora una madre comunitaria Mildreth Gómez de 57 años. Su esposo José Espitia, quien la acompañaba quedó herido.
Pese a lo reiterado de la situación, ninguna entidad se ha puesto al servicio de mitigar el riesgo de conductores de motos y carros.
Mientras que la Alcaldía de Montería indica que la labor de poda y mantenimiento es de Autopistas de la Sabana que tiene en concesión los 300 kilómetros de vías, la empresa que recibe diariamente el dinero de los peajes advierte que ese trabajo no está dentro de sus obligaciones contractuales.
Por su parte la CVS se limita a decir cuáles y bajo qué términos se deben cortar o podar los árboles, pero no define una intervención profunda sobre el tema, la Corporación Autónoma de los Valles del Sinú y San Jorge, no es tan ‘autónoma’ y solo publica comunicados citando leyes, mientras los seres humanos siguen en riesgo de morir por otras ramas.
Tal y como están las cosas, nada va a pasar y la muerte de la cereteana Mildret Gómez, de 57 años será una más para las estadísticas de accidentes de tránsito en la vía Montería – Cereté.
Un ciudadano grabó un vídeo hace algunos minutos, detectó otras ramas en peligro de desprenderse, hizo un nuevo llamado, la advertencia está hecha pero el peligro sigue latente, la muerte ronda la carretera mientras las autoridades se hacen los de las orejas sordas.
