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Beber moderadamente también aumenta riesgo de cáncer

Distintos estudios han ido encontrando que no funciona igual con todo los tipos de cáncer. Por ejemplo, con un consumo igual a una bebida alcohólica diaria el riesgo de desarrollar cáncer de mama se incrementa entre un 4% y un 15% en mujeres.

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Las sugerencias y estudios sobre el daño o beneficio que puede tener consumir alcohol, y que suelen aparecer en los medios repetitivamente, son bastante variadas. Tanto así que hay quienes siguen, como si tratara de una ciencia cierta, un consejo que no se sabe bien de dónde salió de que “tomar una copa vino diaria es bueno para la salud”. Pero tras hacer un repaso por los estudios que han analizado la relación que el consumo de alcohol tiene con el cáncer es posible inferir que incluso su consumo moderado aumenta el riesgo de padecer esta enfermedad.

Las primeras cifras son bastante reveladoras. Según la Sociedad Española de Oncología Médica (SEOM), de los 8,8 millones de muertes que se dan a nivel mundial por cáncer, 340.000 están ligadas al consumo de alcohol. Igualmente, se estima que entre el 3% y el 3.5% de los tumores en países desarrollados están relacionados a su consumo. El problema es que las etiquetas de “se recomienda un consumo moderado” o de “que una copa no hace daño” nos han hecho creer que, si se trata de dosis bajas, no estamos entrando a esta estadística.

Pero según explicó la doctora Aitana Calvo, secretaria científica de SEOM, al periódico español El País, cuando se entra a mirar la relación del alcohol con lupa y con distintos tipos de cáncer la cosa cambia.

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En un estudio publicado en la revista Cancers, por ejemplo, los científicos llegaron a la conclusión que, “a nivel epidemiológico, el riesgo de padecer cáncer colorrectal se incrementa en la medida que se incrementa el consumo de alcohol”. Una advertencia que no es pequeña si se tiene en cuenta que este es tercer tipo de cáncer más frecuente a nivel mundial y el cuarto en mortalidad.

Pero los resultados cambian cuando se trata de otros cánceres, como el de hígado o el de páncreas. En una revisión publicada en la revista Clinics and Research in Hepatology and Gastroenterology se explica que los tumores hepáticos tienen, en su mayoría, origen en algún virus. Mientras, sobre la relación entre el alcohol y el cáncer de páncreas, la investigación aclara que “todavía son necesarios más estudios”.

El caso más interesante, sin embargo, es el del cáncer de mama, el segundo más frecuente a nivel mundial. En una revisión sobre el consumo de alcohol y el riesgo de padecer cáncer de mama publicada por la International Agency for Research on Cancer se concluyó que la mayoría de estudios encontraban un aumento de la incidencia del cáncer de mama ante el consumo de bebidas alcohólicas, incluso si era moderado. Igualmente, otra revisión publicada por la University School of Medicine (St Louis, Estados Unidos) enfatiza que el riesgo de padecer cáncer de mama parece especialmente sensible a alcohol. De hecho, estimaron que con un consumo inferior o igual a una bebida alcohólica diaria el riesgo de desarrollar cáncer de mama se incrementa entre un 4% y un 15% en mujeres.

Ante esto, la doctora Calvo propone que se replantee la forma cómo se informa sobre los riesgos que implica el consumo de alcohol, así como ha venido sucediendo con las cajetillas del cigarrillo. Según datos que ha obtenido su Sociedad, en España, solo un 30% de las personas son conscientes de que la obesidad o el alcohol son factores que estimulan la aparición de tumores. Lo que deja claro que, etiquetados más fuertes y pedagógicos, no tendrían por qué descartarse.

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Vía ElEspectador.com

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