Opinión

Otro trancón más en el Caso Zapa – Pérez

Por: Fausto A. Zapa Velásquez

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Hoy, después de sobrepasar los cuatro años, y más exactamente 1.548 días de que culpables intelectuales y materiales, cumpliendo un plan macabro desaparecieran de manera forzada, y posteriormente asesinaran a mi hijo, para luego botar y esconder su cadáver en una quebrada llena de matorrales y animales ponzoñosos, su caso judicial continua desarrollándose con asombrosa e inexplicable lentitud, sin hasta ahora poder finalizar la Audiencia preparatoria.

Con respecto a esta situación, en la primera semana del pasado reciente mes de mayo, los abogados de la familia nos informaron acerca un nuevo trancón en el caso, el cual está ocurriendo en el Tribunal Superior de Montería.

¡Oh cuanta tristeza siento! al recordar que el año pasado en este mismo Tribunal se dio un trancón que demoró más de seis meses. Relacionado con el nuevo trancón, el cual se viene dando desde el mes de abril, uno de nuestros abogados, indica que: “Del Tribunal Superior de Montería no se ha recibido noticias sobre el recurso de apelación en trámite. Una vez se resuelva la apelación, el juzgado deberá convocar nuevamente a Audiencia para culminar la parte final de la Audiencia preparatoria, que es el tema de la aceptación de cargos (esto es darle la palabra a los procesados para ver si aceptan o no los cargos)”.

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Referente a las supuestas dilaciones en el caso de Jairo Zapa Pérez (Q.E.P.D); la oficina de abogados (Jaime Granados) apoderado de nuestra familia, manifestó su gran preocupación por la posibilidad de que esta desaparición forzada y brutal asesinato quede en la impunidad. A propósito, El Espectador en publicación del 11 de junio de 2018, se refiere a lo que el penalista Jaime Granados afirmó: “…el avance de la justicia ha sido muy lento. Tenemos conocimiento que hay intentos de colaboración con la justicia que hasta el momento no han fructificado. Nos preocupa que de seguir esta situación se puedan decretar las excarcelaciones de las personas procesadas, lo que sería más grave es que todo esto haga tránsito a la impunidad de un grave crimen como éste”

Ahora recuerdo lo que María Isabel, esposa de mi hijo y madre de sus cuatro hijos, me comentaba hace unos tres años, antes de salir huyendo del país. “Don Fausto; en nuestro país la justicia cojea demasiado, no es transparente y se ensaña con los vulnerables y débiles. He tocado muchas puertas, sobre todo de instancias que tienen la responsabilidad de brindar protección y cooperación a personas amenazadas para que puedan salir del país. Aquí vemos como muchos exfuncionarios y personajes de la política, son ayudados a salir del país y esconderse en otros; siempre y cuando sean protegidos y defendidos por caciques políticos poderosos; no importa para nada su mal desempeño en su cargo público y los daños causados a nuestro país. Son muchos los casos que se han dado en diferente gobierno de turno. Percibo que por mucho tiempo esto seguirá repitiéndose, porque son los mismo gobernantes, solo cambian de un cargo a otro; es decir, son los mismos con las mismas actuaciones que mantienen a nuestro país asfixiado de injusticia, exclusión y desigualdad social”.

En ese entonces, le dije a María Isabel que su comentario me parecía muy radical, y que seguramente se debía a lo profunda y reciente de su herida, por la gran tragedia familiar que le habían ocasionado personas malvadas de nuestro país.

La abracé con fuerza solidaria, limpié sus lágrimas que rodaban sobre sus mejillas, y mirándola a los ojos, exclamé: ¡Veo con más optimismo y esperanza el desenlace del caso de mi hijo, creo firmemente que pronto se hará justicia!
Desafortunadamente, hoy no puedo sostener esa exclamación optimista y esperanzadora, porque son muchas las horas, días, semanas, meses y años que han pasado y he contado desde de la desaparición de mi hijo, sin observarse avance efectivo de su proceso judicial.

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Hoy existen unos hijos niños, esposa, padres, hermanos, tíos, demás familiares y amigos de Jairo, que ya no solo sentimos el dolor de ese irreparable daño que ocasionaron a este joven profesional; si no que también nos produce dolor e impotencia lo que la justicia viene haciendo con el caso Zapa- Pérez; parece ser que también nos están convirtiendo en victimas de artificios jurídicos, trabas leguleyas y demás manipulaciones que buscan trancones, estancamiento y dilaciones en el caso, camino al olvido e impunidad.

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