A los 114 años, muere en Sahagún una de las mujeres más longevas de Colombia y el Mundo
En la mañana de este lunes 23 de julio, en el corregimiento de Bajo Grande en el municipio de Sahagún, falleció a sus 114 años, una edad inimaginable para la gran mayoría de nosotros, la señora María Carlos Ramos de Arrieta, quien era una de las mujeres más longevas de Colombia y el mundo.
Sahagún Noticias año tras año tuvo el placer de dialogar con sus familiares y hace muchos años con ella, esto nos contaron:
Para la época en que María Carlos Arrieta nació, el 10 de junio de 1904 en Las Aguaditas, sector rural del municipio de Sahagún, recién estaba llegando a Colombia la primera maquinaria para la explotación del petróleo nacional, el gran consejo electoral proclama a Rafael Reyes presidente de Colombia para el período 1904-1910, en el país comenzaba a importarse la leche en polvo y el precio del café colombiano en Londres y New York estaba firme y subiendo.
En su juventud, nos narró su hija Anatilde Salgado, quien la tenía a su cargo y cuidado, se dedicó al hogar como ama de casa. A sus hijos los tuvo con partera y a todos los alimentó con leche materna. Siempre fue una mujer trabajadora y alegre, alegría que aún a su siglo y cuarto seguía conservando intacta.
Sus familiares nos relataron que era fandanguera como ninguna otra, amante del folclor regional y de las buenas costumbres, a tal punto que cada vez que escuchaba un porro se siempre se entusiasma, lo cual demostraba con una inconfundible sonrisa de satisfacción, tal vez porque se recordaba bailando el porro “María Barilla”, su favorito.
Como es de suponer, tiene una familia extensa (de lo que conocimos hasta agosto de año 2017), conformada por 18 hijos, de los cuales muchos ya fallecieron. La cuenta entre nietos, bisnieto y tataranietos, de los que se conocen, es una cifra que supera los 210 descendientes. “Deben haber más generaciones que aún no conocemos, estoy en la tarea de localizarlos”, expresó Yaheth Flórez Salgado, una de sus nietas más queridas y que vivía con ella.
Nuestra querida abuela se levantaba (Con la ayuda de algún familiar) toda las mañanas entre las nueve y las diez, eso sí, no le podía faltar su taza de café. Para sorpresa de muchos no sufría de ninguna enfermedad como tal y llevaba más de 30 años de no comer carne de res, decisión que ella misma tomo para cuidar un poco más de su salud. Sus comidas eran comunes y corrientes, a base de sopas y verduras. Tenía problemas en la visión a causa de su edad, veía muy poco, pero esto nunca le impidió para recibir visitas o continuar con su cotidianidad.
Siempre preguntaba por sus animales, sobre todo por los “periquitos del patio” ya que cada vez que escuchaba el sonido de esto animales los recordaba con cariño. En varias de sus cumpleaños, sus familiares le organizaban una misa en su vivienda, con motivo de acción de gracias a Dios por su larga vida. En años anteriores el festejado de cumpleaños era al son de bandas regionales y fandangos, tal como a ella le gustaba.
María Carlos Arrieta es el orgullo y un ejemplo a seguir para sus familiares y amigos, no solo por su longevidad, sino también, por el buen ejemplo y el cariño que les brindo a lo largo de toda su vida. Hija, hermana, madre, abuela, bisabuela y tatarabuela ejemplar.
¿Cuál es su secreto para vivir tantos años?
Tal cual como nos había contado en años anteriores, María Carlos Ramos de Arieta nos dijo que ella no es que tenga un secreto como tal, pero aclaró que a pesar de que en su juventud fumó, aconseja tomar las cosas con calma, tener buenos hábitos y evitar ante todo el alcohol y el cigarrillo. Es de resaltar que no consumió ninguna clase de drogas o pastillas diferentes a las que se consumen para una gripa convencional o dolores leves de cabeza.
En la ‘ciudad cultural de Córdoba’, al igual que doña María Arrieta, se han reportado muchos casos, más de los habituales, de mujeres y hombres que han superado o llegado a los 100 años, sobre todo en los sectores rurales de esta localidad.
De parte del equipo de trabajo de Sahagún Noticias Nuestras más sentidas condolencias a sus familiares, de paso agradarles pro abrirnos las puertas de su casa para cocer a esta noble abuelita.
